Agg...el abandono.
(a-bandono...a-banda: sin banda, separado del grupo)
Qué mal nos hace el abandono.
Nos deja mal y nos produce uno de los siguientes dos extremos: la inmersión total en uno mismo (autofagia) o la emersión engañosa total (i.e. la exagerada exposición de una imagen superficial que creamos -mascarita- y que vendemos como "mucho gusto, yo mismo").
Luego, el factor común es evidente: tanto la inmersión total como la emersión engañosa total se usan para reprimir un grito que aprendimos que no puede ser emitido gracias al abandono:
"¡Quiero que me quieras, carajo! ¡Quiero que me felicites cuando hago las cosas bien! ¡Quiero que me acaricies el hombro si estoy llorando! ¡Quiero que me escuches!"
Ah...He ahí el punto clave. Escucharse.
"...Then something happened which unleashed the power of our imagination: we learned to talk"
Sí, el humano aprendió hablar en cierto momento de su evolución. Y parece bastante lógico que si nos callamos todos...lo más probable es que perdamos eso que le costó tantos años de esfuerzo a nuestra comunidad. Visto y considerando lo dicho...¿POR QUE CARAJO NO NOS DEJAMOS DE JODER Y NOS ESCUCHAMOS MAS LOS UNOS A LOS OTROS PARA QUE TENGA SENTIDO EL HABLAR ENTRE NOSOTROS? Y cuando digo escuchar, digo ESCUCHAR, no oir. Tratar (al menos tratar) de Entender.
Yo siento que serviría, eh...
No sé, bah...me parece...
2 comentarios:
A tanto Diablo, tanto Dios.
Jamás me voy a cansar de jugar a ser Dios.
Pista: Tu Turno.
no me abandooonesssss
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