domingo, 20 de julio de 2008

Yo

Por primera vez...les hablo en primera persona.

Las cosas esta vez van simples y directas.

Hoy tengo miedo. Mucho.

No quiero dar un paso más. No me animo.

De a poquitito me estoy inmovilizando completamente: célula a célula se está pasando la noticia de que hay que quedarse quieta.

Y se esta generando una quietud tan seca a mi al rededor que los ruidos casuales duelen, las luces que se filtran por las hendijas, perforan y el frío, lastima.

Creo...creo que siento como flotan las partículas de lo que me rodea. Una vez que una se queda quieta se da cuenta de...la puta, cómo se mueve todo el resto.

Hoy...hoy tengo miedo. En la tranquilidad de mi normalidad, hoy comenzaron a llover tacos agujas del cielo. Estuvieron todo el día transitando mis espacios.

Lo peor es que creo que me vieron y que no les importó.

¿Dónde quedó el temor por las arañas?

jueves, 3 de julio de 2008

Mimos

Qué curioso es entrar en una habitación y ver a Almendra tirada en el piso, panza abajo, piernitas para arriba, piecitos enredados, con la cabeza apoyada sobre una hoja de papel blanca y con un crayón rojo en la mano.

Creo que nada le gustaba más a Almendra que ver como se iban desprendiendo las partículas del crayón y se iban prendiendo a la hoja. Así, con el cachete bien pegado a la hoja.

Almendra tenía la teoría de que a la hoja le encantaba ese mimo. Por eso, muy seguido, Almendra dibujaba corazones rojos con su crayón. No tanto por el tradicional simbolismo sino porque creía que a la hoja le debían gustar más las caricias curvas que las rectas.

martes, 1 de julio de 2008

Mentira

No, Almendra. Que te tapes los ojos no significa que estés escondida de los demás.


Las cosas siguen pasando, Almendra. Con razón sentías que todos te empujaban, ¿no? Yo que vos encuentro un mejor escondite...o pica para mí, pica para todos.